Hay momentos que son definitivos. Puedes estar sumamente triste, y de repente escuchar unas palabras precisas en el momento correcto que hacen que cambies absolutamente todo lo que venias creyendo hasta ese momento.
Anoche fue uno de esos momentos mágicos. Andaba bastante alicaída, medio solitaria y sin muchas esperanzas de que mi situación mejorará. No entendía el porque de muchas cosas, cual era el motivo. Adonde iba y si estaba haciendo lo correcto para llegar a donde quería.
Tus simples palabras hicieron que todo tuviera sentido, que entendiera que ha valido la pena estar acá. Luchar como luchamos y seguir en el camino en el que andamos. Esta entrada de hoy te la dedico a ti, a mi hermana, porque en algún momento pensé haberte perdido, o por lo menos tu esencia, y anoche comprobé que sigues estando ahí mismo donde te dejé, cubierta tal vez por una coraza de años y experiencias que te han hecho más fuerte, pero en el fondo siempre tu.
Sé que para muchos no tendrá sentido, tal vez esto solo tiene sentido para dos. Pero lo que pretendo señalar, es que si buscas bien las respuestas está ahí siempre, más o menos ocultas, pero están. A veces tan a la vista que no las vemos.
La vida si tiene sentido, el que tu le quieras dar claro está. Y muchas veces nos enfrascamos en tonterías que nos bloquean de tal manera, que no somos capaces de ver lo que tenemos frente a nuestros ojos.
Sin duda hay que ver con buenos ojos la vida, aprender por mas veces que te caigas, incluso hasta que sepas levantarte sin ni siquiera pensarlo. Hay que luchar, hay que amar, y sobretodo hay que hacer las cosas con la esencia que cada quien tiene, porque de esta manera aunque lo hagas mal, no importará porque será auténtico y con buenas intensiones. Simplemente hay que vivir la vida con buenos ojos, y dejar a un lado todo aquello que nos brinda una ceguera de momentos....
SSS